Es el segundo dia que me despierto con la radio pegada a la oreja, oyendo solo la desgracia que está causando la segadora de la vida. Es tremendo cuando se oye crecer el numero, que no son euros, ni tampoco millones defraudados por políticos , banqueros y demás impresentables.
Son personas, vidas, historias, ilusiones, futuros..., todo roto de repente.
Son o eran personas que escogían el transporte cómodo, tranquilo y quizá el que pensamos que es el más seguro, para desplazarse a la tierra de "el apóstol" para disfrutar unos días de puente o vacaciones, para ver a sus familias o amigos y pasárselo bien, pero que tristeza, todo se ha roto.
Se oye el numero de fallecidos (cuando algo me impresiona así, soy incapaz de pronunciar la palabra muertos), realmente impresionante.
Van hasta ahora 80. Muchos de ellos gente joven, niños incluso, pero todo, tremendas perdidas para su familia.
Ante todo, mi profundo dolor y el cariño hacia quienes estás sufriendo todo ésto.
Este tipo de situaciones, me hace volver atrás y ponerme de nuevo en el puesto de esas personas que están a la puerta de hospitales o tanatorios, esperando tener alguna noticia de los seres queridos.Se ven caras angustiadas, llorosas , desesperadas, pero todas ellas, esperando una información, aunque sea mínima, sobre como están las cosas. Los minutos parecen horas o mucho más. No pasa el tiempo. Se me viene todo otra vez y de manera muy atropellada, sin orden apenas, pero quiero ponerlo aquí, en mi blog, como una de las muchas cosinas mias que se me vienen de vez en cuando a la cabeza
Ya cuesta trabajo el estar en pie y mantener el tipo esperando el estado de salud de nuestra persona querida, pero el no saber que ocurre , como está, si vive o no...eso es tremendo. Te hace sentirte tan impotente, tan inútil, tan abandonada que es horroroso. Si ya sabes su situación de vida, queda la espera. Nunca mejor dicho eso de que "quien espera, desespera", pero están ahí, VIVOS.
Están donde podemos controlar la situación, es decir, están localizados y atendidos, el desenlace , es otra cosa.
En principio a pesar de la gravedad, siempre hay esperanza mientras haya vida. En este caso, cada vez que se abre la puerta o alguien se acerca al lugar donde nos encontramos, miramos con angustia si alguien del personal sanitario nos trae algún tipo de información. Dios!!! no se lo deseo al peor enemigo. Y el tiempo va pasando lentamente, te pasan por la cabeza mil historias, como se encontrará,
estará sufriendo, como quedará si sale bien de esto, porque no me dejan verla, "aguanta, aguanta..."
Tremendo,el tiempo sigue parado. Avisas a algún familiar y se inicia la cadena de llamadas entre todos. Al poco tiempo, ves como se acercan todos, familia , amigos. Empieza a llegarte el mejor medicamento ante esta situación. La gente que nos quiere.
No me voy a extender, porque después de que pasa el tiempo, piensas en que esta espera, no fue tan larga como sentimos en ese momento. que puede ser el tiempo de un paseo y una cena. Solo eso. Ahí en ese momento, se para el reloj de una joven vida. Se nos acaban las ilusiones que teníamos hechas a su alrededor, se nos acaba en parte nuestra vida. Se siente un vacío tan tremendo que parece que se nos acabó también nuestra vida. Parece que la noticia de la muerte, no nos pasa a nosotros, que lo vemos desde una butaca de un cine, desde un palco, no nos pasa en realidad. Es una pesadilla y despertaremos. Pero no, en ese momento y en los siguientes, hasta la despedida definitiva, no estamos en la realidad, no nos percatamos del todo, gracias a la gente querida que nos esta rodeando y apoyando, que nos hace estar en una nube y ayudándondonos a pasar los malos momentos que nos toca estar viviendo.
Y en ese mismo momento, no es tan duro como el futuro que nos espera. La ausencia eterna.
Suerte tienen los creyentes, porque creen en el reencuentro en el más allá, pero los que no creemos....Yo utilizo mucho la frase (y estoy totalmente convencida) que "la materia no se destruye, solo se transforma", porque sino sería tanta la desesperación que no merecería la pena ....Bueno, hay que pensar en positivo, ver el vaso medio lleno aunque es tan sumamente difícil, que hay que empezar a pensar en los demás, que de distintas maneras también lo están pasando mal. Y ahí sale el puntín de la supervivencia personal, o piensas en positivo o te hundes.
A partir de ahi, empieza una nueva vida, donde el dinero, no tiene ningún valor. Lo que de verdad hay que pensar, si eres un poco coherente entre tanta incoherencia, donde no encuentras explicación ante estas perdidas, (sobre todo cuando son jóvenes) es pensar en positivo y las cosas diarias que nos cuesta hacer desde ese momento, imaginar lo que pensaría esa estrella que se nos fue, si nos dejamos caer. No podemos defraudar a quien tanto nos ha querido y que nosotros hasta que nos vayamos tambien, siempre querremos y no olvidaremos.
En este suceso que me trae tantos recuerdos, hay que enviar un apoyo mental a estas familias que lo están pasando tan mal. Creo que la fuerza que sentimentalmente les podemos enviar, les llegará de alguna forma. Que nadie se recree en imagines y en historias personales.
A todos nos puede llegar algo así y cambiarnos la vida. A nadie nos gustaría que se trajinara con nuestro dolor a cambio de periódicos vendidos y también en los indices de audiencia.
Siempre estarán los morbosos, pero esos, q no les pase a ellos....
Mi estrella, donde esté, sé que me está cuidando y que siempre la llevaré conmigo.
Hay 80 nuevas estrellas en el cielo.
Hay 80 nuevas estrellas en el cielo.
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